miércoles, 11 de julio de 2012

PREHISTORIA DEL CINE ESPAÑOL

Inicios del medio:

De los inventos y descubrimientos que conducen al cine, el más antiguo es el de la Cámara Oscura. Descrita por el árabe Alhazen en el año 1039, las referencias más antiguas en Europa son del siglo XVI. El próximo avance importante en la historia de la cámara oscura tuvo que esperar hasta 1812, cuando Wollaston inventa la lente de menisco, capaz de formar imágenes mucho mejores que las del lente biconvexo, lo que el mismo Wollaston mejoró aún más con la adición de un diafragma fijo, que daba a su lente una luminosidad de f 16. Era tan buena la calidad de la imagen que los que utilizaban la cámara oscura comenzaron a soñar con obtener las imágenes sin necesidad del lápiz que utilizaban para dibujar las imágenes.

El siguiente paso tras la primeriza cámara oscura fue la Linterna Mágica (Atanasio Kircher un jesuita alemán; que también realizó tratados sobre magia y brujería, en 1640 definió en su libro “Ars Magna Lucis et Umbra” con este nombre al primer proyector de imágenes fijas) en esencia era un juguete que utilizaba la llama de una lámpara como fuente de luz y una lente para enfocar la imagen en la pared, las imágenes proyectadas eran dibujadas y coloreadas a mano sobre vidrios. Con el nacimiento de la fotografía (La primera fotografía será obtenida por Joseph-Nicéphore Niepce, en 1826), surgirá el deseo de que estas imágenes sean obtenidas de la realidad y no simplemente dibujadas. En Fotografía el invento del colodión húmedo por Horner en 1851, al acelerar la velocidad de las emulsiones, permitió avanzar en este camino, que conducirá finalmente al invento de la filmadora.

Los antecedentes de la tecnología del cine tras la Linterna Mágica fue el gran descubrimiento de que si 16 imágenes de un movimiento que transcurre en un segundo se hacen pasar sucesivamente también en un segundo, la persistencia de la visión las une, haciendo que se vean como una sola imagen en movimiento -la persistencia de la visión fue descubierta por el Inglés Peter Mark Roget en 1824-. De resultas de lo cual fueron diseñados multitud de artilugios: J. A. Paris inventa el Taumatropo, juguete basado en los descubrimientos de Roget. Después vendria el Zootropo, inventado por Horner en 1834 que lleva una serie de dibujos impresos horizontalmente en bandas de papel, colocadas en el interior de un tambor giratorio montado sobre un eje; en la mitad del cilindro, una serie de ranuras verticales por las cuales se mira permiten ver dibujos que, al girar el aparato, hace que se vean imágenes en movimiento; en aquellos años William Henry Fox Talbot con el Calotipo en el Reino Unido y Louis Daguerre con el Daguerrotipo en Francia trabajaban en un nuevo descubrimiento que posibilitaría el desarrollo del cinematógrafo: la fotografía, ya que sin este invento previo no existiría el cine; en 1861 el inventor estadounidense Coleman Sellers patentó el kinematoscopio, que lograba animar una serie de fotografías fijas montadas sobre una rueda giratoria con paletas, en 1877 el fotógrafo anglo-estadounidense Eadweard Muybridge empleó una batería de 24 cámaras (Cronofotografía) para grabar el ciclo de movimientos del galope de un caballo llamado “Occident”, en 1892 el Teatro Óptico o Praxinoscopio de Emile Reynaud en Francia verdadero precedente del cinematógrafo, en 1893 el Cinetoscopio (más tarde ampliado con el Vitascopio) de Thomas A. Edison en Estados Unidos, en 1894 el Fantascopio de Francis C. Jenkins en Gran Bretaña, en 1895 el Bioscopio de Max Skladanowsky en Alemania, en 1896 el Panoptikon de los hermanos Latham en Estados Unidos y en ese año también el Mutoscopio de W. L. K. Dickson en Estados Unidos, en 1897 el Biograph de Herman Casler en Estados Unidos, pero la gran revolución seria el Cinematógrafo Lumière que se impondría en la guerra de patentes promovida por Edison.

Trabajando en el estudio de Edison, Edwin S. Porter produjo la primera película estadounidense interesante “Asalto y robo de un tren” en 1903. Esta película, de 8 minutos, influyó de forma decisiva en el desarrollo del cine porque incluía innovaciones como el montaje de escenas filmadas en diferentes momentos y lugares para componer una unidad narrativa, culminando en una persecución que lograba dar una gran sensación de intriga. Al hacer esto, Porter inició el montaje, uno de los fundamentos de la creación cinematográfica, proceso en el que diferentes fragmentos elegidos de las diversas tomas realizadas —o disponibles— se reúnen para conseguir un conjunto capaz de llegar a provocar emociones y a influir en los pensamientos del público, en 1905 se produce la apertura en Pittsburg del primer Nickelodeon (pequeñas salas de cine de una bovina).

Generalidades:

El funcionamiento del cine se basa en una propiedad de la retina del ojo humano conocida como principio de la persistencia de las impresiones retinianas. Cuando la lente del ojo, el cristalino, enfoca una imagen sobre la retina, los impulsos nerviosos que llegan al cerebro son estimulados por la secreción de unos fotopigmentos específicos, cuya actividad química persiste si la imagen desaparece repentinamente, manteniéndose la estimulación de las señales nerviosas durante un breve periodo de tiempo. La duración de este periodo de tiempo durante el cual la señal persiste, dependerá del estado de adaptación del ojo. Este principio fue formulado basándose en Roget, en 1829 por el físico belga Joseph Plateau (inventor en ese año del fenakistoscopio: cuyas imágenes pueden proyectarse en un muro, lo que permite que sean vistas por varias personas simultáneamente, al tiempo que produce un efecto más dramático. Su invento era la combinación de su aparato con un viejo invento que se utilizaba mucho desde el siglo XVII: la linterna mágica.), que fijó la duración de esta persistencia en una décima de segundo. Cuando la luz de ambiente está a un nivel bajo se dice que la retina está adaptada a la oscuridad y la actividad nerviosa persiste durante un tiempo aún mayor. Esta es la razón por la que una lámpara que gira en círculos en una habitación oscura, aparece a los ojos del espectador como un círculo continuo, ya que la fuente de luz vuelve una y otra vez a la misma posición, antes de que la actividad de la retina haya decaído apreciablemente. Las salas de cine están a oscuras, de modo que las retinas de los espectadores están adaptadas a dicha oscuridad, llegándoles una sucesión de imágenes fijas proyectadas en la pantalla en una sucesión rápida, de modo que se produce la impresión del movimiento. Las películas suelen ser de 24 imágenes por segundo, aunque a veces tienen 25, para adecuarse mejor a la cadencia de la señal del vídeo y la televisión, y en la época del cine mudo tenían 16, número que parece suficiente para mantener la ilusión de un movimiento continuo…

...Y A PARTIR DE AQUÍ EMPEZÓ LA MÁGIA.

SILENCIO, SE RUEDA

Pioneros Españoles:

Después de la primera presentación pública realizada por los hermanos Louis y Auguste Lumière en París el 28 de Diciembre de 1895 en el salón indio del Gran Café, en el número 14 del boulevard des capucines, (patentando el cinematógrafo el 22 de Marzo de 1895), Este se extiende rápidamente por todos los países europeos.

Albert Alexander Promio junto con Boulade, enviados por Lumière a Madrid el 15 de mayo de 1896, ofrecen las primeras vistas animadas que podían ser proyectadas ante un numeroso público. El mismo Promio lleva a cabo, en estas fechas, la impresión de las primeras películas en suelo español, que tuvieron una gran aceptación por el público.

Conforme se iba complicando la técnica iban apareciendo unos expertos en el arte de la inventiva y el discurso, «los explicadores» que tenían un pasado antecedente en los romances de ciego; los explicadores revolucionaron en cierta medida el negocio cinematográfico, ya que el público asistía en muchos casos a las barracas más para oír los comentarios del explicador que por las películas en sí. Con el paso de los años los rótulos explicativos se impusieron, provocando un gran revés para el oficio del explicador. Las películas se hacen más largas y las casas editoras se afanan en producirlas con varios episodios que, en ocasiones, duraban varios días, hasta los años veinte toda la producción se reducía a cortometrajes de diferente minutaje.

Los primeros empresarios españoles son los Jimeno, Eduardo Jimeno Correas padre e hijo, quienes difundieron el cine por varias capitales. Ellos son, además, los que realizan las películas que dan pie al nacimiento del cine español con “Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza” de 1896, además de ser los primeros camarógrafos españoles.

Félix Mesguich, nacido en Argelia era uno de los operadores al servicio de los hermanos Lumière, que viajó a América para exhibir el cinematógrafo. En junio de 1896 el aparato se presentó en un music-hall neoyorquino. La acogida fue espectacular. Cinco meses más tarde Mesguich volvió a Nueva York y se encontró que el kinetoscopio retrocedía en contraste con la aparición de aparatos de proyección de patente americana. Eran varios tales como el Biógrafo, Bioscopio, Vitascopio, Veriscopio, Animatógrafo...

En una América proteccionista, con la intervención de las autoridades aduaneras y la confiscación de aparatos, Mesguich tuvo que renunciar a la gira americana del cinetoscopio, marchó entonces a Canadá. Comenzó en 1896 a recorrer países diversos, pero fue en 1909 cuando realizó las primeras grandes hazañas en el género documental, recorriendo todo el planeta, llegando a rodar en el Himalaya, Islandia, Groenlandia, etc. y todo ello, con imágenes de cierta calidad, impresionó en 1903 vistas de Jaén, Córdoba, Granada y Sevilla.

En 1913, debido a la fuerte presión de la Iglesia española, se publica el primer decreto sobre censura cinematográfica y sobre el cine pesan ya tres cargas abrumadoras: la censura, el impuesto de mendicidad y la inspección anual sobre los cines, (se sabe que un fiscal del Tribunal Supremo se refirió al cine, en 1916, como “una escuela del crimen”).

Un pionero del cine español, Fructuoso Gelabert, impulsa el cine no sólo a nivel técnico y creativo, sino también a nivel comercial, efectuando las primeras ventas al extranjero.

Posteriormente, Segundo de Chomón revoluciona el arte cinematográfico ofreciendo una nueva dimensión del mismo a través de los trucajes y efectos técnicos.

Ricardo Baños se destaca en la incipiente industria cinematográfica a partir de 1904, realizando sus primeros reportajes en la capital catalana, que era por el momento el centro de producción más importante en la primera década del siglo y con Hispano Films como la más importante productora de la época junto con Films Barcelona e Iris Films; "Bohemios" (1905) de Ricardo Baños, fue una de las primeras películas españolas sincronizadas con disco, filmó en 1907 reportajes de fiestas populares y paisajes típicos más los films históricos “Don Juan Tenorio” de 1910, “La campaña de Melilla”, “Don Juan de Serrallonga” de 1910, “Sacrificio” de 1914, “Los amantes de Teruel”...

Antonio Cuesta, avispado comerciante valenciano que usa el cine para promocionar su droguería y posteriormente realiza películas de Tauromaquia y en 1906 el documental “El tribunal de las aguas”, y además “El ciego de la aldea” de 1906 con Ángel García Cardona, “La barrera número 13” de 1912, “El pastorcillo de Torrente”, “Los siete niños de Écija”…

El catalán Josep Gaspar aprovechó los hechos de 1909 para rodar “Semana trágica de Barcelona”.

Salvador Ropero inventó, en 1910, el Cinéfono, pero nunca llegó a tener éxito, ya que resultaba demasiado incomodo.

Juan María Codina realizó “El signo de la tribu” en 1914, considerada la primera película de episodios producida en España.

Alberto Marro rodó “Barcelona y sus misterios” en 1915, serial de gran éxito.

Manuel Noriega dirigió en 1924 "Madrid en el año 2000", una fantasía de ciencia ficción en la que vemos a Madrid convertida en una gran metrópoli futurista y el río Manzanares transformado en un canal por el que transitan barcos mercantes. Los efectos especiales fueron de Enrique Blanco.

En 1927 Nemesio M. Sobrevila, dirigió "Al hollywood madrileño" película en la que retrataba un Madrid futurista utilizando maquetas corpóreas.

José Buchs (Don Diego Corrientes, 1923; Una extraña aventura de Luis Candelas, 1926; Pepe Hillo, 1928), y Florián Rey (La aldea Maldita, 1930) son los principales realizadores de la industria nacional en los años veinte, aunque no desmerecen Benito Perojo (Malvaloca, 1927; La verbena de la paloma, 1935), Fernando Delgado (¡Viva Madrid! que es mi pueblo, 1928) y Eusebio Fernández Ardavín (El sexto sentido, 1929) con Nemesio M. Sobrevila.

Buena parte de los pioneros cinematográficos españoles fueron fotógrafos que llevaban años desarrollando su trabajo en diversas ciudades y capitales españolas.

Durante las primeras décadas del siglo XX los efectos especiales, estaban incluidos en el departamento de decoración. Eran los mismos directores de arte o sus ayudantes los que se encargaban de construir las maquetas, pintar los forillos, o de simular lluvia, viento, fuego y demás efectos atmosféricos.

Precursores Españoles y referencias foráneas:

Fructuoso Gelabert Badiella (Barcelona 1874/1955). Delineante y tallista fundó los primeros estudios barceloneses destinados a la construcción de aparatos cinematográficos y equipos de proyección. En 1899 rodó la primera película española con trucajes, “Choque de dos trasatlánticos” en la que usa maquetas y barcos en miniatura, y en 1908 para la película “los calzoncillos de Toni” construyó el primer tambor giratorio con fondos pintados, colocado tras la ventanilla de un vagón, para crear la sensación del movimiento de un tren. Diseñó un estudio en Horta. El estudio se acabó en 1916 y se conoció entre la gente como "la casa de cristal". Otro de los magos y pioneros del cine, Méliès, tenía sus estudios en Paris construidos como un gran invernadero con paredes de cristal para favorecer el rodaje con luz natural. En 1896 el ilusionista francés Georges Méliès demostró que el cine no sólo servía para grabar la realidad, sino que también podía recrearla o falsearla. Con estas imaginativas premisas, hizo una serie de películas que exploraban el potencial narrativo del nuevo medio, dando inicio al cine de una sola bobina. En un estudio en las afueras de París, Méliès rodó el primer gran film puesto en escena cuya proyección duró cerca de quince minutos: “L'affaire Dreyfuss” (El caso Dreyfuss, 1899) y filmó “Cendrillas” (Cenicienta, 1900) en 20 escenas, y los documentales primerizos La llegada de un tren”, “La salida del puerto”, “El desayuno del bebé”; pero sobre todo a Méliès se le recuerda por sus ingeniosas fantasías como “Viaje a la luna“ (1902) y “Alucinaciones del barón de Munchhausen”, en las que experimentaba las posibilidades de los trucajes con la cámara de cine, descubrió que deteniendo la cámara en mitad de una toma y recolocando entonces los objetos de la escena antes de continuar podía, por ejemplo, hacer desaparecer los objetos. Del mismo modo, retrocediendo la película unos cuantos centímetros y comenzando la siguiente toma encima de lo ya filmado, lograba superposiciones, exposiciones dobles y disoluciones (fundidos y encadenados, como elemento de transición entre distintas escenas).

Filmografía de Gelabert:

Riña en un café (1897)

Salida del público de la Iglesia parroquial de Santa María de Sans (1897)

Salida de los trabajadores de la fábrica España industrial (1898)

Visita de la Reina María Cristina y Alfonso XIII a Barcelona (1898)

Los guapos de la vaquería del parque

Choque de dos trasatlánticos (1899)

Tierra baja (1907)

La copla de la Dolores (1908)

Gerona monumental (1908)

Los calzoncillos de Toni (1908)

Amor de madre (1908)

Fabricación del corcho en San Feliu de Guixols (1909)

Amor que mata (1909)

Guzmán el bueno (1909)

Fabricación del cemento Asland (1910)

Lucha de corazones (1912)

Fabricación del hielo (1913)

Ana Kadova (1913)

El nocturno de Chopín (1915)

El doctor Rojo (1917) con Ramón Caralt.

Sanroma (1923)

Segundo de Chomón (Teruel 1871/1929) Director, fotógrafo, efectos especiales y trucos de cine. Iluminador a color. Entusiasmado por el invento de los hermanos Lumière viajó a París en 1897 para estudiar de cerca el invento. Pionero del cine español, aplicó su enorme imaginación al desarrollo del nuevo medio. Fue contratado por Pathé para competir con Georges Méliès realizando películas fantásticas, género que entraría en decadencia en 1909. En 1902 se instala en Barcelona como agente de Pathé y posteriormente trabajando para la productora Macayo y Marro, en 1904 colabora con Adrià Gual trabajando para Espectáculos Graner y se dedica sobre todo a realizar cortos, documentales y de fantasía. Especialmente hábil con los efectos especiales. En 1906, rodó "El hotel eléctrico" primera película española en la que se utilizaba el rodaje de objetos animados fotograma a fotograma (el paso de manivela) para simular que se movían por si solos; el argumento era el siguiente: -Unos turistas llegan a un hotel en el que todo está electrificado y automatizado. Todo va bien hasta que un empleado borracho provoca un desastre…- su duración eran unos 7 minutos. Entre la lista de sus invenciones se pueden destacar, las trasparencias, cortinillas, muñecos animados, y coloreado a mano, se dice que fue el creador del travelling. A partir de 1912 trabajó en Italia y realizó junto a Piero Fosco "Cabiria", una de las obras fundamentales del momento. Su último trabajo fue la colaboración técnica en el "Napoleón" de Abel Gance en 1927, película que empleaba tres pantallas sobre las que se proyectaban docenas de imágenes simultáneas, y precursora de todas las posibilidades, trucos y adelantos del cine predigital.

Filmografía de Chomón:

Choque de trenes (1902)

Pulgarcito (1903)

Los sitios de Chile (1905)

Crisis (1905)

Eclipse de Sol (1905)

Los guapos del parque (1905)

Boda de Alfonso XIII (1906)

El hotel eléctrico (1906)

Pulgarcito y Gulliver (1907)

Sansón y Dalila (1908)

El Antro de la bruja (1909)

…Y todo esto en el más estricto de los silencios…

¡¡CORTEN!!

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