Texto:
Aristóteles, Poética, Madrid, Alianza
Editorial, (fragmento: capítulos VI-XV, pp.
47-74)
- ¿Cómo razona Aristóteles que lo verdaderamente esencial en la tragedia no es la imitación del personaje o carácter sino la acción?
A través de una
argumentación sobre la fórmula y la calidad de la imitación. Todo
el proceso definitorio de la teoría de la mímesis en la tragedia
es el proceso mismo de la variación de la idea de mímesis con
respecto a Sócrates y Platón. Aristóteles expone, en primer
lugar, que la imitación sólo tiene que ver con las personas serias;
en segundo lugar la denominada catarsis llega al espectador a través
de la recreación de la sensación de miedo y de compasión. Quiere
decir por tanto que se aleja de la variación platónica de la
imitación de la realidad, aunque sólo parcialmente. Como señala
Tatarkievicz1
la variación del concepto mímesis en Aristóteles pasó casi
desapercibida e integrada en la teoría más consistente que sería
la platónica. En cualquier caso la aportación aristotélica
definida en su poética (Aristóteles, 1451b, 48) es
la siguiente:
“...la
tragedia es imitación no de personas, sino de acción y de vida, y
la felicidad y la infelicidad están en la acción, y el objetivo es
un tipo de acción, no la calidad. Y los personajes son tales o
cuales según el carácter; pero según las acciones son felices o lo
contrario. De ahí que no actúen para imitar los caracteres, sino
que revisten los caracteres gracias a las acciones.”
Y es desde la
acción misma y la controversia con otros géneros poéticos
(dramáticos) o narrativos como establece la comparación de que,
imitación, es un campo menos adherido a la copia de la realidad sino
a la verosimilitud o lo posible, la certeza de lo real, más que la
propia realidad:
“Por
consiguiente, como en el resto de las artes imitativas, una sola
imitación es imitación de una sola cosa, del mismo modo el
argumento, puesto que es imitación de la acción, es imitación de
una única acción y de ésta en su totalidad; y que las partes de
las cosas se constituyan de tal modo que, si se cambia de lugar o se
suprime una parte, se desbarate y se desajuste el conjunto; pues
aquello que exista o no, no conlleva una consecuencia perceptible, no
forma parte del
conjunto”.(Aristóteles,
1451b,55)
- ¿Cuál es la principal fuente de placer en la tragedia, según Aristóteles? ¿Cómo ha de ser la tragedia para ser placentera?
La catarsis,
la emoción, la alegría y la decepción que reviven los poetas en
ese proceso imitativo: la métrica, la música y la acción; así
como la determinación de los caracteres que comparecen en el
argumento, pero también el factor sorpresa: la invención -acomodar
una realidad dentro de lo posible en la creación de lo verosímil- y
por supuesto el asombro causado por lo azaroso:
“Y
puesto que la imitación no lo es sólo de una acción completa, sino
también de hechos que inspiran temor y. compasión, y éstos ocurren
sobre todo unos a causa de otros, contra lo esperado -pues así
tienen un carácter más asombroso que si ocurrieran por azar o por
fortuna—; ya que incluso lo fortuito nos parece más impresionante,
en cuánto qué parece que sé ha producido
intencionadamente...” (Aristóteles,
1452a,58)
La
tragedia debe ser “trágica”
-y perdón por la obviedad- tanto en cuanto argumento y personajes
creados por el poeta nacen de la imitación, pero desde reglas que
conllevan, como decíamos antes, la sorpresa, el azar y siempre el
infortunio hasta confluir en la compasión:
“En
efecto, es posible que el miedo y la compasión surjan del
espectáculo, pero también de la trama misma de los hechos -lo cual
es preferible y propio del mejor poeta-. Y es que el
argumento debe estar trabado de tal modo que, aun sin verlos, el que
oiga el devenir de los hechos se horrorice y
sienta compasión por lo que acontece...”(Aristóteles,1453b,
67)
- ¿Por qué es la poesía más filosófica que la historia?
El argumento en la Poética
Aristotélica de por qué es más filosófica la poesía que la
historia no es otro que la misma variación del significado de
mímesis de la teoría platónica con la versión más libre de
Aristóteles. El hecho de considerar al poeta como un creador de lo
posible, por tanto un inventor, difiere bastante con la propuesta
platónica sobre la mera copia de las ideas. Y dice además que la
narración de un hecho no es valioso en comparación con la creación
de posibles hechos susceptibles de ser introducidos en la trama de la
tragedia:
“Y
también es evidente, por lo expuesto, que la función del poeta no
es narrar lo que ha sucedido, sino lo que podría suceder, y lo
posible, conforme a lo verosímil y lo necesario. Pues el historiador
y el poeta no difieren por contar las cosas en verso o en prosa (pues
es posible versificar las
obras de Heródoto, y no sería menos historia en verso
o sin él). La diferencia estriba enque uno narra lo que ha sucedido,
y el otro lo que podría suceder. De ahí que la poesía sea más
filosófica y elevada que la historia, pues la poesía narra más
bien lo general, mientras qué la historia, lo
particular.” (Aristóteles,1451b,56)
Significa
por tanto que la Tragedia es una fórmula que ejemplifica
generalidades, mitos, conceptos homogéneos en los que se trata de la
justicia, del amor, de la guerra o de cualquier otro tema, siempre
ubicado en unas coordenadas espacio temporales pero “ficticias”
(en gran medida) hasta el punto de conseguir no sólo una catarsis en
el espectador sino un aprendizaje en lo emocional y genérico. Por
ello es más filosófica porque se acerca más al conocimiento2
de la verdad, de lo bueno y de lo bello, de una forma simbólica y
abstracta, mientras que la historia sólo participa de lo particular
en las enseñanzas que provee a sus “lectores”.
- ¿Por qué crees que es tan importante para el buen funcionamiento de la tragedia que el paso de la dicha a la desdicha sea por un fallo del héroe?
Dice Aristóteles (1453a,
64): “Compasión
se tiene del que no merece su infortunio, y temor, del semejante, de
modo que lo que ocurra no inspirará ni compasión ni temor”.
Es la forma que tiene de explicar que el entramado de una tragedia
exige una serie de normas; y una de ellas es la que conduce a la
compasión y la que agita al espectador: pasar de la dicha a la
desdicha. Es el poeta quien tiene que trabar ese argumento ya que la
sorpresa, el azar y la misma compasión, de la que hablábamos antes.
es una fórmula compositiva que en este caso Aristóteles considera
idónea para conmover el espíritu del espectador:
“Por
lo tanto, es necesario que un argumento bien articulado sea simple
antes que doble,como dicen algunos, y no ha de pasar de la desdicha a
la dicha, sino por el contrario, de la dicha a la desdicha; y no por
maldad, sino por un fallo
grave de un hombre como el que se ha dicho (se
refiere a Edipo)
o de uno mejor, siempre preferible a uno peor”(Aristóteles,
1453a,
64-65)
El
repaso que Aristóteles hace en la mención de tragedias y autores,
así como “técnicas” usadas para llegar a la conmoción del
espectador, no son sino una jerarquización de fórmulas a través
de las cuales el poeta induce ai
la catarsis a los espectadores y justifica, ante todo que la tragedia
tiene un camino correcto que es el de pasar de la normalidad al
infortunio. (No entraré a valorar el capítulo XV de la poética ya
que no ofrece argumento válido que descubra el concepto de mímesis
aristotélica, aunque sí daría mucho juego en la interpretación
de las categorías sociales que propone). Si merece mayor atención
el conjunto de caracteres y de opciones posibles en las
caracterizaciones de los personajes, de tal manera que según él
engrandecen la totalidad de la obra y aunque hace referencias
constantes a distintas obras siempre termina exponiendo que las más
correctas son las escritas por Eurípides.
NOTAS
1
Tarkiewizc,
Wladislaw; Historia de seis ideas..
México 2003, p.
303
“La
variante de Aristóteles. Aristóteles, aparentemente fiel a Plutón,
transformó su concepto y su teoría de la imitación; sostenía que
la imitación artística puede presentar las cosas más o menos
bellas de lo que son; también puede presentarlas como podrían o
deberían ser: puede (y debe) limitarse a las características de
las cosas que son generales, típicas y esenciales (Poética 1448a
1; 1451b 27; 1460b 13). Aristóteles sostuvo la tesis de que el arte
imita la realidad, pero la imitación no significaba, según él,
una copia fidedigna, sino un libre enfoque de la realidad; el
artista puede presentar la realidad de un modo personal. La
«imitación» aristotélica fue, de hecho, la fusión de dos
conceptos: el ritualista y el socrático. Por consiguiente, pudo
aplicarla tanto a la música y la escultura como al teatro”.
2
Tarkiewizc,
Wladislaw; Historia de seis ideas..
México 2003, p.
303, “Para
Aristóteles, la «imitación» fue, en primer lugar, la imitación
de las actividades humanas;
sin
embargo, fue convirtiéndose gradualmente en la imitación de la
naturaleza, de la que se suponía que derivaba su perfección”.
BIBLIOGRAFIA
Aristóteles,
Poética, Madrid, Alianza Editorial,
(fragmento: capítulos VI-XV, pp. 47-74)
Tarkiewizc,
Wladislaw; Historia de seis ideas. México 2003,